En nuestro reciente viaje a la aldea de Doga Plage, nos encontramos con Cynthia, una niña cuya historia nos conmovió profundamente. Cuando la conocimos, su situación era desgarradora: estaba desnutrida, sin energía y con heridas visibles en la cara. Supimos que sus padres estaban trabajando en Nigeria y que había perdido a sus dos hermanos. Ahora, estaba al cuidado de su tío abuelo.

Inmediatamente, tomamos medidas para ayudar. Le proporcionamos comida y agua, y le ofrecimos un lugar seguro para descansar. Al principio, vimos pequeños pero alentadores signos de mejora en Cynthia. Su energía aumentaba gradualmente y su aspecto general mejoraba día a día.

Sin embargo, el destino tenía otros planes. Durante el breve intervalo de 4 días entre nuestras expediciones, la herida en el ojo de Cynthia se infectó y, además, contrajo malaria. Gracias a la generosidad de nuestros donantes en la cena benéfica de Málaga, pudimos actuar rápidamente. Enviamos a Cynthia al hospital, donde recibió tratamiento y medicación adecuada, y permaneció ingresada para su recuperación.